Wednesday, May 12

La pulga Honoris

Al paso del tic-tac que marcaba transparente el paso del tiempo, ella también quedaba marcada transparentemente. Tantas palabras empleadas, tantas luces y sombras recogidas, tantos amaneceres y ocasos, tantos silencios, tanta alegría, ahora eran las lágrimas quienes humedecían su relieve. Los extremos de los surcos asemejaban Himalayas, mientras los valles eran los más angostos en aquel DIN A4. Una pulga hubiera empleado todo el tiempo de vida y no habría recorrido apenas un continente de palabras, quizá un párrafo. Picaría y succionaría el alma de la escritura, sería una pulga muy cultivada, sin embargo, también ella quedaría sujeta a las condiciones ambientales. Tendí la ropa y eso creó la atmósfera de humedad necesaria cercana al 80%, mientras Junio hacía su propia tarea de poner los 28ºC. Los desechos adultos alimentaban a su larvas, casi como fuera del papel, aquí, en la pura realidad.
Ahora que todo estaba en condiciones, las lesiones inflamatorias provocadas en las palabras, provocaron inquietud y desmejoramiento en mi persona, sin embargo, como buen transmisor de enfermedades, mi novela comenzó a inflamarse, a enriquecerse, y todo gracias al parásito que habitaba en ella; bueno, aunque sin el huésped no habríamos hecho mucho.
Y llegó la humanidad y puso FRONTLINE.

No comments:

Post a Comment