De reunión en reunión ganamos vida, vivimos presente.

Estoy en la reunión, cierro los ojos y respiro vida, pura vida. 'Éste es mi lugar', susurra mi voz allí adentro. Me siento en calma, en paz, con el mundo que me abraza y que yo abrazo, compartimos esencia. Abajo, el largo anterior, ya es el pasado. Arriba, en el siguiente largo, el futuro. Aquí, en la reunión, el presente. La siguiente reunión me espera, mi siguiente presente. Una reunión de peluqueras. Virilidad y alisado japonés es el tema del día. Los habitantes del pasado más pasado se preguntan por el presente. Mientras, las Peluqueras, compartimos pura vida. Durante el rápel me pregunto si para que exista 'compartir' tiene que existir en oposición 'egoísmo puro', como la noche y el día, o el día y la noche. Pues a ver si se inclina un poquito más el mundo y los de compartir nos juntamos todos en el mismo lado, que estoy harta de la gente egoísta, puramente egoísta. Que últimamente el dolor es gratis y encima te lo dejan como quien suelta un pedo, silencioso, excautivo, tóxico, fugitivo, indisoluble, penetrante, hiriente en forma y contenido, enmascarado.