Tuesday, June 18

'yo ya no podía pensar, soy de actuar', le dije a Raquel

4.11H lunes 17 junio
sueño del domingo pero, ha nacido lunes

Tras una tarde en la que las mariposas volvieron a hacer pis en el estómago, allí arriba colgada, intentando aplacar su revoloteo mientras pensaba cómo deshacer el entuerto. Era una lucha corazón vs. razón en la que estaba ganando la legión de mariposas que mandaban silbiditos a mi sexo. Qué alivio saber que no se han extinguido, ya me tenían preocupada. Quería resolver la propuesta, tener la respuesta a su enigma con solución, sorprenderme a mí misma. El roce de su pierna y la brisa fresca a la sombra no facilitaban la tarea. Efecto túnel tuve que imponer para poner todo mi ser en resolver mientras mi cuerpo se contenía y mi vista se escondía tras las gafas de sol, al igual que la suya, no nos engañemos. Mi mente hablaba en voz alta, así impedía que las mariposas hablaran en voz alta también. La mirada de Manu, y después la presencia de Quique, podía ser angelical pero en ese momento era imprescindible para que las mariposas no abrieran fronteras. Me empleé en el pensar, cuando mi ser es de actuar.
Resolvimos a medias, un 50% para cada uno. Para una segunda cita, no está nada mal. En la primera dimos un 200% cada uno. Quizá su visión fue que no llené. La mía fue que se desbordó. Y lo comprobé cuando tocaba suavemente aquellas hierbas entre sus manos. 'Uf, qué manos!', pensé, Raquel escuchó mi soplido, eran las mariposas en suspiro de exhalación, ya no aguantaban más sin hablar.

Todo quedó para una tercera cita. Choque de pómulos a un lado, labios y mejilla al otro, mil cosas entre ambos lados. Manos que se juntan, dedos que buscan unirse y recorrer juntos nuestros cuerpos. Algo tan fuerte impide que nos separemos. No quiere irse, quiere venir a bañarse. Soñará con ello. También yo lo echaré de menos.

4.11H lunes 17 junio
mi cama es admirada desde su ventana. Ella cree que no la veo. No fisgonea, simplemente observa pensando estar sola. Está tranquila. Su cabeza camina hacia atrás en el tiempo y su corazón asiente que se equivocó dejándola marchar. Su mirada queda perdida entre los crisales y mi cama sin ventanas. Yo la reconozco con tristeza. Suerte que el viento corre entre su ventana y mi cama, así sus lágrimas se secan y mi tristeza vuela con ellas.

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