Siento que necesito una galaxia en la que pasearme, en este mundo las coincidencias son ya más evidentes que grandes señales luminosas a la vuelta de la esquina anunciando precaución. Mientras en la cabeza habita Negrita, en mi otra cabeza entra y sale otra negrita. No sé desprenderme, pero más aún, no quiero desprenderme. Creo, simplemente creo en ello y no quiero dejar de hacerlo, me autoimpongo pero con ello no avanzo a ningún lugar.
Salgo de espeleotomatóloga con el rubito buscando una sombra que me hable o quizá una imagen que sumerja mi mente en un gran océano, ése en el que vive el Pez de Montaña.
Me ofertan viajes de saldo, experiencias infinitas y placeres mundanos, no sé no ir desnuda.
No comments:
Post a Comment