..sin saber cuál es el vestido de encendido o apagado, permanece en su posición erecta sobre la pared, pero es tan vital su función como lo es respirar paz. Cuando me quise dar cuenta le miré a los ojos y había cambiado de postura. Imagino su recorrido, su espina dorsal inquebrantable, su miedo al cambio, su seguridad en la acción, su mimetismo con lo nuevo, y su duda temporal de cuánto permanecerá así, sin regresar a su antigua actitud..
..ahora descubro que viste igual todo el tiempo, le queda bien el encendido. Descubro que la Luna junto a mi alma le invitan a disfrutar del pequeño y puro recorrido. Descubro que está tan radiante como la última vez que decidió balancearse. Descubro qué sabio es el Universo.
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