Thursday, February 24

en la tercera fila del aula

Cerré mis ojos y se abrieron los suyos. Su pelo se volvió esponjoso, espumante, como yo digo. Su mirada era tiena y cálida, de abrazo profundo. La sonrisa de su corazón era tan evidente que podía estar rabioso o ser el más ogro del planeta, nadie le hubiese tratado como tal.
El corazón se acelera para ambos, el roce cuesta pero se busca inconscientemente. El sonido parece ajeno, eso le hace dudar respecto a si se trata de un sueño o es la realidad que siempre soñó y que, de repente, se encuentra ante sí. No quiere pestañear. Quiere inspirar tan dulce olor a felicidad y sencillez. Y es que, es también su esencia.
Comienza a cantar. Su voz es profunda, suave y acaricia todo aquello que toca con su onda.
Se dan entonces la mano y él, cierra sus ojos también.

2 comments:

  1. Muy bonito lo que escribes, todo. ¿Es tu historia?

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  2. ;)gracias! es lo que sale de aquí adentrito.

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